“El partido fue muy intenso, dadas las diferencias con Portugal, cuyos jugadores se forman en fútbol sala desde pequeños, mientras que nosotros trabajamos directamente con los mayores”, explicó Hicham Dguig al final del partido. Desde el inicio del Mundial de fútbol sala, Marruecos sólo ha sufrido una derrota. Los Atlas Lions vencieron a Tayikistán (4-2) y Panamá (6-3), antes de perder el domingo ante Portugal (4-1).
“Teniendo en cuenta nuestros resultados a nivel continental, el público pone el listón muy alto. Pero en el campo hay lagunas que decidieron el destino del partido, sobre todo en términos de tamaño”, destacó el técnico marroquí, subrayando que la relación de poder estaba desequilibrada numéricamente. “Después de la lesión de Ismail Amazal (al inicio del partido, ND), nos faltaban dos jugadores de la lista oficial (después de que Othmane El Idrissi se retirara del primer partido, ND)”, explicó Hicham Dguig.
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Además, Marruecos no tiene una larga experiencia en el Mundial de fútbol sala. “El Mundial de Futsal comenzó hace 40 años. Ya estamos en la décima edición. Marruecos empezó a disputar el Mundial recién en 2012. Los grandes equipos ya están cosechando los beneficios de formar categorías jóvenes, mientras que nuestra experiencia en este ámbito apenas comienza”, recordó el seleccionador nacional.
Después de su derrota ante Portugal, Marruecos se enfrentará a Irán, gran nación del fútbol sala, 12 veces campeón asiático, el jueves 26 de septiembre en el Complejo Deportivo Universal de Bukhara a las 13:30 (17:30 en Uzbekistán). En caso de victoria, los Leones del Atlas probablemente se enfrentarán a Brasil, uno de los mejores equipos del mundo y vencedor de Marruecos en la última edición.