Del 19 al 22 de septiembre de 2024, la ciudad de Tánger habla el lenguaje universal del jazz. Designada ciudad mundial de esta música por la UNESCO, con motivo del Día Internacional celebrado el 30 de abril, la ciudad de Ibn Battuta acoge la 22ª edición del Tanjazz. La inauguración del festival con Omar Sosa y Majid Bekkas fue una colorida celebración de la universalidad de la música que da forma al jazz, se inspira en él o se mezcla con él. Pionero del blues africano-gnaoua, el mâalem fusiona estos universos en perfecta armonía orquestada con el guembri. Durante más de 45 años, ha promocionado las culturas africanas en todo el mundo, recordándonos que el jazz es, efectivamente, una rama de este gran árbol con raíces ancladas en el continente.
Fue con el pianista afrocubano Omar Sosa que Majid Bekkas interpretó la partitura esta vez, en un momento que fue un momento destacado para el festival, para los asistentes al festival, pero también para los dos pioneros que comparten una fraternidad particularmente forjada en África. música en su conjunto. Baste decir que es en Tánger donde se ilustran armoniosamente las raíces históricas del jazz, en continua interacción con diversas influencias de toda África y la cuenca mediterránea. “Tuve el placer de abrir Tanjazz con Omar Sosa, quien es un gran compositor y un gran amigo desde hace mucho tiempo. Nos conocemos desde hace varios años; Nos conocimos en varios festivales en Europa. Conozco muy bien su música y él conoce la mía”, nos dice el mâalem.
Previamente, las respectivas figuras del Cuarteto Afrocubano y el trío Afro Gnaoua Blues compartieron escenario en 2018 en Rabat, en homenaje al fallecido mâalem Mahmoud Guinea en el marco del festival Mawazine. Este año en Tanjazz, el espectáculo propuesto por la pareja, por iniciativa de los organizadores, permitió ampliar a gran escala el encuentro musical.
Ph.Tanjazz
“Quedamos muy contentos Omar y yo, porque llevamos varios años hablando de diseñar un proyecto como este, o incluso una residencia artística, en todo caso un trabajo conjunto. El público de Tánger tuvo el placer de escuchar esta colaboración única”, afirma Majid Bekkas, que redescubre en Tánger el recuerdo de sus amistades melómanas de ayer y de hoy.
“Sólo puedo estar encantado de actuar en Tánger. Ha sido una ciudad del jazz desde antes del Día Mundial del Jazz de este año. Nuestro amigo el fallecido Randy Weston llegó a Tánger en 1967. Fue aquí donde descubrió la música gnoua, con mâallem Abdellah El Gour. Luego conocí a Randy cuando fue a Rabat. Hablamos mucho sobre la música africana en su totalidad, particularmente sobre la gnaoua, pero no sólo eso. Hablábamos de Ali Farka Touré, Toure Kunda, Salif Keïta, Boubacar Traoré y varios otros.
Majid Bekkas
Un regreso a casa para el jazz
Majid Bekkas recuerda a Randy Weston, que amaba Tánger y sabía que mâalem estaba “muy cerca de la música africana en general, de la que la gnaoua es una parte integral, en interacción con el blues y el jazz”. “La música que hacemos es una intersección entre tagnaouite, mandingo y varios estilos inspirados en África occidental, en particular la música de los cazadores en Mali, que la música gnaoua recuerda directamente”, nos dice el artista marroquí, señalando que en 1972, Randy Weston. Abrió un club de jazz en Tánger, en el cine Mauritania.
Procedente del aprendizaje tradicional de la música Gnaoua desde los años 1970, pero también de la educación musical clásica, Majid Bekkas actúa regularmente en el extranjero desde finales de los años 1990. Anclada a nivel local y mundial, su carrera artística es internacional, rica en sus colaboraciones con Randy Weston. Omar Sosa, Wessell Anderson, el baterista estadounidense Stephen McCraven, el padre del baterista Makaya McCraven, Ramon Lopez, así como con grandes nombres de la música africana como Ali Keïta, Bassi Kouyaté y varios otros.
Omar Sosa / Ph. Tajazz
Como recuerda Majid Bekkas, «el jazz está muy arraigado en la memoria de Tánger, que merece ser elegida por la UNESCO para acoger el Día Internacional de esta música en sus prestigiosos lugares artísticos, en presencia del gran Herbie Hancock», fundador de este celebración universal, Dee Dee Bridgewater y varios artistas mundiales.
“Después de esta fiesta, es una alegría para mí estar en esta ciudad del jazz, en un festival, para dar un concierto con mi amigo Omar Sosa, que también es un maestro Gnaoua en todos los sentidos, porque esa música afrocubana tiene su raíces en África, como Tagnaouite”, confía el virtuoso con múltiples reconocimientos internacionales.