La petición, lanzada en la plataforma “Change”, ya ha recogido cientos de firmas, según nos informan. En una carta dirigida al gobierno marroquí, los promotores de la petición afirman que «la nación marroquí está profundamente enfadada por los daños potenciales causados por los turistas europeos (accidentes mortales, manifestaciones urbanas peligrosas, delincuencia, accidentes de tráfico con atropellos y fuga, tiroteos , etc.). Además, algunos delincuentes franceses encuentran refugio en Marruecos para escapar de la justicia francesa”.
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“Según las estadísticas, la mayoría de los marroquíes tienen dificultades para obtener un visado al menos una vez en la vida. «Francia y España se encuentran entre los países que rechazan la mayoría de las solicitudes de visado marroquíes, incluso cuando se cumplen todas las condiciones», denuncia la petición, que pide a las autoridades marroquíes «aplicar el principio de reciprocidad en materia de visados». «Esta reciprocidad no es sólo una cuestión de justicia, sino también de respeto hacia los ciudadanos marroquíes que merecen beneficiarse de las mismas consideraciones que los ciudadanos de otros países».
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«Se nos considera ciudadanos de segunda, indeseables, mientras que nuestros estudiantes marroquíes sobresalen en las escuelas francesas, y la fuga de cerebros resultante sirve a los intereses de Francia», critican. Y continúa: “Además, no es razonable que países como Francia pidan un visado de 90 euros, que se puede rechazar fácilmente, sin reembolso de costes. Cada año, los marroquíes, ya sean estudiantes, turistas, empresarios o artistas, dejan millones de dirhams en las arcas de los consulados franceses. »
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La petición insiste en que se «corrija el desequilibrio de la «amistad» marroquí-francesa y se refuerce el control de entrada en nuestro territorio mediante la imposición de un visado electrónico o un visado a la llegada, con el fin de preservar la dignidad del pueblo marroquí. Sus impulsores invitan a los actores del sector turístico a apoyar esta acción, “porque así evitarán que sus establecimientos reciban malas valoraciones debido al comportamiento inadecuado de determinados turistas. La mayoría de los destinos turísticos de todo el mundo exigen una visa para sus visitantes, y la necesidad de una visa para ingresar a un país no disminuye su atractivo turístico.