Según la Oficina de Cambio, las exportaciones de aceite de oliva crudo y refinado alcanzaron las 8.498 toneladas entre enero y junio de 2024, frente a las 4.859 toneladas del mismo periodo del año anterior. Curiosamente, este producto se ha vuelto escaso y muy caro en el mercado marroquí, señala el diario El economista.
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En términos de valor, las exportaciones de aceite de oliva durante los primeros seis meses de este año alcanzaron los 634 millones de dírhams, frente a los 216 millones de dírhams, informa la Oficina de Cambio. Sin embargo, el Ministerio de Comercio había definido “nuevas restricciones cuantitativas a las exportaciones” en un decreto publicado el pasado octubre.
Según este texto tomado a solicitud de Interprolive, “se requiere licencia de exportación previa para cualquier envío de este producto. Y esto, hasta el 31 de diciembre de 2024”, recuerda el diario económico, añadiendo que esta medida tenía como objetivo limitar “los envíos, garantizar el abastecimiento regular del mercado local y bajar el precio”.
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Una parte del aceite de oliva exportado este año tenía un alto nivel de acidez y no era apto para el consumo, explica Rachidi Benali, presidente de Interprolive, citado por el diario, indicando que «un aceite de oliva virgen extra envasado, que no tiene demanda en el mercado nacional” también se exportó.
Para Benali, el volumen de aceite de oliva exportado no es significativo, apenas 10.000 toneladas. El profesional explica que estas exportaciones han permitido al aceite de oliva marroquí mantener su presencia en el mercado internacional y a los profesionales afrontar la crisis. «No son las 10.000 toneladas de aceite de oliva las que cambiarán el precio en Marruecos», afirmó.