La ciudad de Castillejos amaneció esta mañana con la vuelta de la calma a sus calles, tras un periodo de tensión que había prevalecido en la región durante la noche anterior, después de que adolescentes que soñaban con cruzar el paso en una migración masiva provocaran el caos en las calles de Fnideq por la noche y prendió fuego a algunos objetos desaparecidos, que las autoridades contuvieron con habilidad y responsabilidad.
En un acontecimiento notable, el cruce ocupado de Bab Ceuta fue reabierto tanto desde el lado marroquí como desde el español, lo que permitió que los movimientos de entrada y salida se reanudaran con normalidad en medio de medidas de seguridad caracterizadas por la precaución y la vigilancia.
Desde primeras horas de esta mañana, el cruce ha asistido a la afluencia de un gran número de ciudadanos y trabajadores que dependen del transporte diario entre ambas regiones, y el operativo se ha desarrollado sin contratiempos y sin que se hayan registrado incidentes significativos. Aunque los movimientos volvieron a la normalidad, las autoridades de seguridad se mantuvieron en alerta, reforzando su presencia a ambos lados del cruce, al tiempo que intensificaron las inspecciones y controles para garantizar que todo transcurra sin disturbios.
La misión de bandera siguió el ritmo de la nueva situación y confirmó que la precaución y la anticipación aún dominan el ambiente, especialmente a la luz de las estrictas medidas de seguridad que incluyeron la presencia de un gran número de personal de seguridad apoyado por maquinaria y equipos modernos, ligeros y pesados. . Esto se produce después de que la región haya sido testigo de tensiones durante el último período como consecuencia de la afluencia de cientos de menores marroquíes y de personas procedentes de países del Magreb y otros del África subsahariana, tras la campaña de incitación contra la inmigración masiva que encabezó las páginas y aplicaciones de las redes sociales. .
Por su parte, varios ciudadanos celebraron la reapertura del cruce, considerando que esta medida devolverá la vida a la región, que depende en gran medida del tráfico turístico, la calma, la seguridad y la paz. También señalaron la necesidad de continuar el diálogo entre las partes marroquí y española para mejorar la cooperación, evitar futuras crisis y eliminar la lacra de la inmigración ilegal que perjudica a los dos países y a la región, destacando los esfuerzos.
Los vecinos de Castillejos y alrededores esperan que esta calma se mantenga, con la activación de más soluciones económicas que contribuyan a mejorar las condiciones de vida, alejadas de tensiones que puedan afectar a la estabilidad de la región.