La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estimó el miércoles que el Reino debe “impulsar la productividad e inyectar dinamismo al sector privado, afrontar los desafíos del mercado laboral y avanzar en el camino hacia la transición climática” para acelerar el crecimiento y elevar los niveles de vida. .
En una nota publicada con motivo de la clausura del II Programa País Marruecos-OCDE y del lanzamiento del nuevo estudio económico de la Organización sobre Marruecos, destacó la actuación de Marruecos en un contexto difícil. “La recuperación del desarrollo económico tras la pandemia de COVID-19 y la crisis energética continúa en Marruecos, a pesar del terremoto de 2023 y de las repetidas sequías. El crecimiento se ha mantenido bien mientras la inflación cae, y Marruecos ha iniciado importantes reformas para fomentar la inversión y fortalecer la protección social.subraya la OCDE.
Para este año, espera un crecimiento del 3,5%, en línea con el 3,4% registrado en 2023, seguido de un aumento que lo llevará al 4,0% en 2025, gracias al efecto de la expansión de las inversiones y de la fortaleza de las exportaciones. A medida que el déficit presupuestario de Marruecos se reduce, se espera que la relación deuda pública/PIB disminuya gradualmente del 69,5% en 2023 al 68,9% en 2024 y al 68,2% en 2025.
Se espera que la inflación, que ha disminuido en medio de una disminución de las presiones sobre los precios mundiales de los alimentos, caiga del 6,1% en 2023 al 2,3% en 2024, y luego al 2,0% en 2025, añade la OCDE. Pero el Reino puede beneficiarse sobre todo de su apertura al comercio y a la inversión extranjera directa (IED). También tendrá que impulsar la inversión privada interna, que todavía se considera «débil».