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Hassan II, Chadli Bendjedid y la ONU, los principales protagonistas del alto el fuego del 6 de septiembre de 1991


En 1991, Marruecos y el Polisario firmaron un alto el fuego bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Desde entonces, ha sido respetado en general por ambas partes, a pesar de algunos problemas episódicos, sin que ello haya afectado al mantenimiento del acuerdo del 6 de septiembre de 1991.

La conclusión del alto el fuego fue el resultado de la combinación de varias iniciativas encaminadas al apaciguamiento. En el Magreb, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Marruecos y Argelia el 6 de mayo de 1988 prometía una resolución del diferendo territorial. Una normalización que puso fin a 12 años de ruptura.

Hassan II y Bendjedid marcaron el terreno

Desde entonces, el rey Hassan II y el presidente Chadli Bendjedid (1979-1992) han aumentado el número de reuniones bilaterales, sin contar las que formaban parte de un marco regional. Entonces, se conocieron en junio de 1988 en el exclusivo suburbio de Zéralda, en Argel. Luego, en febrero de 1989, se citó en Marrakech para firmar el tratado de la Unión del Magreb Árabe (UMA) junto a los presidentes tunecino y mauritano, Ben Ali y Ould Taye, sin olvidar al libio Gadafi.

Los dos Jefes de Estado se reunirán, por última vez a título oficial, en mayo de 1991 en Orán para discutir modalidades destinadas a silenciar las armas entre Marruecos y el Polisario. La implicación de las altas esferas del poder en Argelia era una garantía esencial para el reino. El mismo año, las fronteras terrestres se abrieron de nuevo… sólo por tres años. Mientras tanto, el 12 de enero de 1992, Chadli Bendjedid “dimitió”, marcando un alto en la normalización de las relaciones entre Argelia y Marruecos. Marruecos pierde entonces un interlocutor privilegiado.

En cuanto a la cuestión del Sáhara, las negociaciones avanzan. Cuatro meses después de la reunión de Orán se firmó el alto el fuego, coronando así un largo proceso de mediación de la ONU en el conflicto, iniciado en 1985. El 30 de agosto de 1988, el Secretario General de las Naciones Unidas, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, proporcionó a ambas partes propuestas para solucionar el conflicto.

Se respeta un alto el fuego a pesar de los episodios de tensión

Estos se integrarán en 1991 en una iniciativa denominada «Plan de aplicación», que prevé, en particular, la organización de un referéndum después de un período de transición destinado a la identificación y el registro de los electores para participar en la votación. El 29 de abril de 1991, el Consejo de Seguridad adoptó una resolución creando la Minurso para cumplir esta misión. El resultado de la operación resultó muy decepcionante: de 1993 a diciembre de 1999, sólo 2.130 electores tenían derecho a votar sobre una lista de 51.220 candidatos. Este fracaso obligó al secretario general de la ONU, Kofi Annan, a poner fin a toda la operación.

Este revés, sin embargo, no tuvo impacto en el mantenimiento del alto el fuego. Marruecos simplemente expresó su enfado cuando las milicias del Polisario ocuparon las zonas de amortiguamiento situadas al este del muro de seguridad. Ya en 1991, Hassan II envió un mensaje al ex Secretario General de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, pidiéndole que “tomar medidas urgentes para garantizar que las cosas vuelvan a la situación correcta, en particular retirándose del territorio (Tifarity, nota del editor) de estas bandas armadas (el Polisario, nota del editor)».

Una posición que la diplomacia marroquí había reiterado en 1992, 2005 y 2006, sin éxito real. El Polisario logró ocupar todas las zonas de amortiguamiento. Son ocho: Gouanit, Amghala, Bir Tirissit, Doukaj, M'Hairiz, Mijek, Zug y, el más conocido de la lista, Tifarity. El movimiento separatista los considera como “territorios liberados”.





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