Nos separan unos días del inicio de la nueva temporada escolar, y sin duda, los padres y tutores están prestando mucha atención a todo lo relacionado con la preparación para la inscripción, para que sus seres queridos estén en los asientos de estudio y logro, y por eso nosotros Me refiero al ambiente escolar, el material de estudio de libros, herramientas y ropa, pero no se debe pasar por alto otro tipo de preparación para el niño y su familia para que la temporada académica transcurra en las mejores condiciones, coronada de éxitos y éxitos. con esto nos referimos a la preparación psicológica, física y física, que encarna el dicho: “Mente sana en cuerpo sano”.
Por ello, los padres deben ayudar al niño a evitar algunos de los malos hábitos que le aquejaron durante las vacaciones de verano, entre ellos mantenerse alejado al máximo de las pantallas electrónicas, superar el letargo y la pereza levantándose temprano y practicando actividades deportivas adecuadas a su estructura física, edad y entorno, ya que esto tiene efectos positivos que le ayudan a concentrarse y evitar la ansiedad, a través de un programa matutino para el tiempo previo a la escuela.
Además, sigue un estilo de vida saludable con una nutrición adecuada que incluya frutas, verduras, carnes sin grasa y evita los azúcares. Prepara una bolsa de comida y asegúrate de que contenga todos los elementos necesarios.
Cabe señalar que el niño en esta etapa necesita un ambiente familiar lleno de hábitos saludables para que pueda adoptarlos con facilidad y suavidad, entre ellos: lavarse las manos con agua y jabón, no tocarse los ojos con las manos contaminadas, utilizar un pañuelo limpio al estornudar y toser, organizar el tiempo de sueño y evitar trasnochar, limitar el uso de teléfonos y pantallas electrónicas al menos media hora antes de ir a dormir.
Los padres también deberán organizar un horario específico para utilizar estas pantallas electrónicas en beneficio del alumno.
Cabe señalar que el inicio de la temporada escolar se caracteriza por un clima caluroso, por lo que el niño debe evitar la exposición directa a los rayos del sol y beber cantidades suficientes de agua para evitar deshidratación, agotamiento por calor y espasmos musculares.
También es necesario prestar atención a algunos síntomas peligrosos, entre ellos:
Fatiga extrema y sed, fiebre y dolor de cabeza, falta de orina durante varias horas, respiración acelerada y desmayos.
Para prevenir estas graves complicaciones, los padres deben animar al niño a beber una cantidad suficiente de agua de forma regular y a llevar ropa adecuada y cómoda.
Cuando se notan síntomas de agotamiento por calor y desmayos, se debe trasladar al niño a un lugar con temperatura moderada, debiendo acudir al centro de salud más cercano para recibir asesoramiento médico y los primeros auxilios necesarios.
Los padres y tutores también deberán informar a la institución educativa de cada condición médica que tenga el niño, tales como: diabetes, asma y epilepsia, para tratarla adecuadamente.
En conclusión, la cuestión es que el aspecto psicológico es de suma importancia, no menos que el aspecto físico, que se logra mejorando la buena comunicación con el niño, ganando confianza en sí mismo prestando atención a sus miedos, mostrando disposición a ayudar y apoyar. él, instándolo a tratar bien a sus compañeros y evitando la violencia y las riñas.