El partido radical de izquierda Francia Intrépido pidió el sábado a otros grupos parlamentarios que apoyen su aparentemente descabellado intento de destituir al presidente Emmanuel Macron por “graves fracasos” en el desempeño de sus deberes constitucionales.
Hay una disputa entre Macron y el Partido Francia Orgullosa y sus aliados, los Verdes, Socialistas y Comunistas, por su negativa a nominar a su candidata, Lucie Castet, como Primera Ministra después de las inconclusas elecciones parlamentarias de julio.
Aunque su alianza, el Nuevo Frente Popular, obtuvo el mayor número de escaños, los resultados no dieron a ningún bloque una mayoría en la Asamblea Nacional, que está dividida en gran medida entre la izquierda y los centristas de Macron y la extrema derecha Agrupación Nacional.
“La Asamblea Nacional (la cámara baja) y el Senado pueden y deben defender la democracia contra las tendencias autoritarias del presidente”, escribieron los representantes de la orgullosa Francia en el proyecto de resolución de juicio político.
Su líder parlamentaria, Mathilde Banu, dijo que enviaron el documento a otros parlamentarios para que recogieran firmas.
Cualquier intento de aislar a Macron, a través del artículo 68 de la Constitución francesa, enfrenta grandes obstáculos. Requiere la aprobación de dos tercios de los miembros de la Asamblea Nacional y del Senado combinados.
El partido Francia Orgullosa dice que no le corresponde al presidente “hacer concesiones políticas”, señalando los esfuerzos de Macron desde julio para encontrar un primer ministro unánime.
Pero muchos expertos constitucionales creen que la Constitución de la Quinta República, adoptada en 1958 y redactada bajo el supuesto de que el sistema electoral produciría una mayoría clara, es ambigua sobre qué curso tomar si se interrumpe el trabajo parlamentario.
Macron justificó su negativa a nombrar a Castilla primer ministro diciendo que era su deber garantizar la “estabilidad institucional”.