María Agustí, profesora de Llria en Valencia, está embarazada de ocho meses. Su compañero marroquí, Rachid Dahdahi, lamentablemente no podrá asistir al parto en España porque no pudo conseguir una cita para el visado en el consulado español de Casablanca, donde reside.
María acaba de regresar de sus vacaciones de verano en Casablanca donde reside su compañero marroquí, Rachid Dahdahi, un diseñador de moda con el que mantiene una relación desde hace dos años. Embarazada de ocho meses, dará a luz dentro de unas semanas. La pareja decidió que el niño nacería en España. Lamentablemente, el marroquí de 40 años no podrá ver a su hijo en el parto porque «no logró conseguir una cita para el visado en el consulado español de Casablanca», lamenta María. El País.
“Nunca hubo disponibilidad: cuando se abrió el plazo por unas horas al día, ya estaban todas las plazas ocupadas o el sistema estaba bloqueado. Y cumple con todas las condiciones. [au moins 100 euros par jour et un compte bancaire crédité d’au moins 3 000 euros, une lettre d’invitation ou un lieu de résidence déclaré]pero ni siquiera tuvo su oportunidad”, furiosa la valenciana.
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La joven denuncia esta “situación injusta”. “Yo puedo comprar un billete de avión para verlo cuando quiera, pero él no”, lamenta, añadiendo que su madre ya ha viajado varias veces a Marruecos para encontrarse con Rachid y su familia y acelerar los trámites para casarse, lo que llevan varios meses en marcha. Pero el proceso lleva tiempo debido al origen marroquí de Rachid.
El otro problema que enfrenta la pareja es que no podrán registrar al bebé con el apellido de su padre. Por tanto, la profesora tiene previsto entregar el suyo al niño como madre soltera, a la espera de que finalicen los trámites. Una situación “lamentable”, se queja. “Queremos que nuestro hijo tenga las dos culturas, la de Marruecos y la de España, que hable las lenguas de ambos países. Sólo queremos vivir en paz y juntos de una vez por todas”, insiste.
