Hind Fadel, una mujer de Casablanca, cuenta su desventura en Siria. Viviendo en Siria con su marido, pasó años en Damasco desde 2002 con sus seis hijos. Pero su vida cambió durante los acontecimientos de la Primavera Árabe en 2011. Después del estallido de la guerra en Siria, ella, sus hijos y su marido se trasladaron a campamentos en la frontera turca, como miles de sirios. Desde entonces, han estado atrapados allí debido al deterioro de la salud de su marido. “Durante el terremoto en Turquía, escapamos de la muerte después de que la casa se derrumbara sobre nosotros, y nos pusimos en contacto con la embajada de Marruecos en Ankara, pero fue en vano, ya que fuimos arrojados de un funcionario a otro”, cuenta Hind. Hespress. Dice que luchó para que su familia fuera repatriada a Marruecos. Sin éxito. La embajada de Marruecos en Turquía “se negó a sacarnos de allí con el pretexto de que los niños no tenían la nacionalidad marroquí. » Ayudada por su madre que vive en Casablanca, logró obtener la nacionalidad marroquí para sus hijos. “Después de cuatro años de esfuerzos, los tribunales marroquíes obtuvieron la nacionalidad para los niños en 2018. Después de 2018, mis hijos obtuvieron, gracias al incansable esfuerzo de mi madre en Casablanca, la nacionalidad marroquí; se inscribieron en el registro civil y archivamos los documentos legales en todos los consulados y embajadas…”, agrega.
Leer: El llamamiento al rey Mohammed VI salva a una familia marroquí en Türkiye
Ella y su familia siguen atrapados en la frontera entre Siria y Turquía. “Pero la situación sigue igual hasta hoy”, asegura Hind. Los funcionarios de la embajada en el Líbano me piden que vaya al Líbano; pero no se dan cuenta del peligro que esto representa. Aquí la guerra continúa y es imposible correr ese riesgo y recorrer 450 kilómetros para llegar a la frontera sirio-libanesa”. Ante esta situación, decide enviar a sus dos hijos a Ankara para presentar los documentos en la embajada de Marruecos en Turquía. “Pero desgraciadamente fueron sometidos a las peores torturas y quemaduras, mientras los servicios siguen pidiéndonos documentos uno tras otro sin ningún resultado ni intervención”, lamenta. Sin embargo, Hind no pierde la esperanza. Su deseo es la repatriación de su familia a Marruecos. Luego lanzó un grito de angustia pidiendo ayuda al rey Mohammed VI y a las autoridades consulares: “Somos hijos de Marruecos y no hemos cometido ninguna culpa, no tengo otro problema que quedar bloqueado a causa de la guerra. No tenemos ninguna conexión con la guerra. Estamos muy lejos de estos temas, sólo queremos regresar a nuestro país y escapar de este infierno, porque vivimos en el sufrimiento”.