El apoyo de Marruecos al Frente de Liberación Nacional (FLN) ha sido intangible. Antes de la independencia de Argelia el 5 de julio de 1962, el reino trataba al FLN no sólo como un movimiento de liberación, cuyos miembros se entrenaban en el uso de armas en su territorio, sino también como un Estado. El diplomático marroquí y embajador en Argel en 1964, Kacem Zhiri (25 de marzo de 1920 – 30 de mayo de 2004) ofreció, en su libro “Memorias de un diplomático sobre las relaciones marroquí-mauritanas”, un ejemplo de este apoyo constante de Rabat al FLN. .
Estamos a principios de los años 1960, dos corrientes comparten el liderazgo en África: el Grupo de Casablanca, calificado de radical, y el Grupo de Monrovia, calificado de reformista, señaló el diplomático marroquí. El primero vio la luz en Marruecos en enero de 1961. En la primera reunión para lanzar este bloque, el rey Mohammed V insistió en invitar al FLN, junto con Egipto, Ghana, Guinea, Malí y Libia, Estados ya independientes.
El FLN estuvo representado allí por Ferhat Abbas, presidente del gobierno provisional de la República Argelina (GPRA), creado el 19 de septiembre de 1958. Abbas incluso tuvo derecho a participar en las conversaciones exclusivas sobre el futuro de África que reunieron a los líderes de Estados: Mohammed V, Jamal Abdel Nasser por Egipto, Kwame Nkrumah por Ghana, Sekou Touré por Guinea y Modibo Keita por Mali.
También fue en Casablanca donde se debatió la cuestión de las fronteras entre Hassan II, entonces príncipe heredero, y Ferhat Abbas. En julio de 1961, el argelino firmó la Carta de Casablanca que especificaba que “las fronteras que heredamos después del colonialismo son artificiales”.
De Mohammed V a Hassan II el mismo apoyo al FLN en África
Con el derrocamiento de Ferhat Abbas al frente del GPRA, el 18 de agosto de 1961, y el nombramiento en su lugar de Benyoucef Benkhedda, así como la muerte de Mohammed V, el 26 de febrero de 1961, el apoyo de Marruecos al FLN No no doblado.
Una vez más es Kacem Zhiri quien aporta la prueba. Hassan II defendió firmemente la presencia del FLN en las discusiones entre el bloque de Casablanca y el Grupo de Monrovia, cercano a Francia, que desembocaron en la proclamación de la Organización de la Unidad Africana (OUA). El rey había protestado, en una carta dirigida al presidente de Nigeria, Nnamdi Azikiwe, contra la exclusión del Gobierno provisional de la República Argelina (GPRA) de la reunión de Lagos en Nigeria en enero de 1962, escribe el embajador marroquí Kacem Zhiri en su memorias.
La diplomacia marroquí se movilizó luego para obtener el apoyo de otros miembros del Grupo de Casablanca, durante una reunión extraordinaria de sus ministros de Asuntos Exteriores celebrada en Accra, Ghana, informa Kacem Zhiri. La prensa francesa informó entonces de las presiones ejercidas por Marruecos y Egipto para admitir a Argelia en la reunión de Lagos.
Un hecho histórico que no impidió que las relaciones entre los dos países vecinos empeoraran tras la independencia de Argelia. Argel incluso utilizará todo su peso para incorporar a la “República Árabe Saharaui Democrática” a la Organización de la Unión Africana en 1982.