Duro golpe para la actividad turística. Mientras Assilah apuesta por la temporada de verano para aprovechar la dinámica económica, los visitantes de verano se enfrentan a la invasión de medusas en las playas de Assilah y se ven obligados a marcharse, informa Al-Akhbar. Algunos prefirieron interrumpir sus vacaciones mientras que otros optaron por un cambio de destino. Sin embargo, los bañistas no corren ningún riesgo, porque estas medusas “no representan un peligro para la salud de los bañistas”. Sin embargo, son capaces de atraer insectos que pueden resultar dañinos.
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Además de los veraneantes y los profesionales del turismo, el fenómeno también afecta a los pescadores. Los vertidos de estas medusas al mar en grandes cantidades minan su actividad. Las medusas son capaces de repeler a los peces y al mismo tiempo influyen en el proceso de almacenamiento de oxígeno en el agua de mar.
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La invasión de medusas durante este período no es sorprendente. Según fuentes del periódico, su presencia en el Mediterráneo es bastante natural durante este período. También justifican su presencia por el importante tráfico marítimo que genera el puerto de Tánger Med. Según ciertas hipótesis, se afirma que las medusas «tienden a aferrarse a los barcos, recorriendo así largas distancias antes de ser arrastradas a la costa en grandes cantidades». Así es como se desarrollan rápidamente en zonas donde no necesariamente están acostumbrados a estar presentes.