Después de una serie de éxitos diplomáticos de Marruecos en la cuestión del Sahara, Argelia y el Polisario intentaron un golpe mediático. Así lo demuestra lo ocurrido este viernes 23 de agosto en Tokio, durante una reunión preparatoria de la cumbre Japón-África. Según nuestras informaciones, fue bajo una identidad falsa y portando pasaportes argelinos como miembros de la delegación argelina como los separatistas del Polisario pudieron acceder al territorio japonés.
Se infiltraron en la sala de reuniones con insignias argelinas. Fue entonces cuando un miembro del Polisario sacó de su mochila un cartel con el nombre de “RASD” y lo puso sobre la mesa entre las delegaciones de Zambia y Zimbabwe, mientras el protocolo distribuía a los participantes por orden alfabético. La foto del representante del Polisario en la reunión de la TICAD fue difundida inmediatamente por el Frente y los medios de comunicación argelinos para crear una ilusión.
Ante las protestas de Marruecos, un alto diplomático japonés que presidió la reunión tomó la palabra para aclarar de manera solemne y oficial que su país no reconoce a la “RASD” y no invitó al Polisario a la reunión. Una posición que está en consonancia con la política exterior de Tokio.
Argelia comete un error diplomático en Japón
Recordemos que, ante la intrusión de una delegación del movimiento separatista en la reunión ministerial de la TICAD en octubre de 2018 en Yokohama, el ex ministro japonés de Asuntos Exteriores aclaró que «incluso si una entidad que se declara «como 'país' ' que Japón no reconoce está sentado en esta sala, esto no significa que Japón lo reconozca de alguna manera implícita o explícitamente como un estado.» Un mensaje que pretendía tranquilizar a la parte marroquí, que se retiró de la reunión ante la presencia de miembros del Frente. Japón había reiterado su rechazo a la participación del Polisario en la cumbre de la TICAD, organizada en agosto de 2022 en Túnez, habiendo tenido conocimiento de la presencia de Brahim Ghali, a través del presidente tunecino.
Estas acciones argelinas contravienen las reglas elementales de la decoro diplomática y exigen, en particular, el respeto de la soberanía del país que acoge un evento internacional que se niega a invitar al Polisario. Argel es menos emprendedora cuando se trata de cumbres entre la Unión Africana y Estados Unidos, Rusia, India o incluso Arabia Saudita, de las que, sin embargo, el movimiento separatista está excluido.
El ministro argelino de Asuntos Exteriores denunció, durante la última sesión del Consejo Ejecutivo de la UA celebrada en Accra (Ghana), la exclusión del Polisario de las cumbres de asociación internacional entre la Unión Africana y las potencias mundiales. Una marginación que «va en detrimento de la credibilidad de nuestra organización continental, especialmente porque esta red de asociaciones ha seguido expandiéndose en los últimos tiempos sin que nosotros, como Estados miembros, tengamos voz y voto», afirmó Ahmed Attaf.