Con su figura esbelta, Achraf Moukham está lejos de corresponder al estereotipo clásico del camionero de complexión imponente. A pesar de sus calificaciones y de su creencia de que el campo del transporte y la logística ahora requiere habilidades adicionales, como el dominio del idioma, todavía enfrenta discriminación y rechazo por parte de la generación mayor. A sus 22 años, el joven profesional se enfrenta a un muro de prejuicios que ignoran sus cualificaciones basadas en la excelencia y la perseverancia.
Incluso antes de comenzar su carrera profesional, el nativo de El Hajeb enfrentó el desafío de integrarse con la generación mayor. Destaca que a los diecisiete años recibió una respuesta desalentadora luego de buscar información de un vecino camionero sobre la posibilidad de ingresar al campo. El anciano le recomendó continuar sus estudios, dado que el transporte “no es apto para [cette] generación». Pero en lugar de desanimarlo, estas palabras fortalecieron su determinación.
“No podía esperar a cumplir 21 años, la edad legal para realizar el examen de conducir, que de hecho obtuve. Antes, aproveché mi tiempo para adquirir nuevas habilidades, pero también acompañando a determinados transportistas durante los viajes, en Marruecos o en el extranjero.
Ashraf Moukham
A pesar de la motivación, las grandes ambiciones y el gusto por el esfuerzo, la decepción se deja sentir en el tono de Achraf durante su entrevista con Yabiladi. Describe una gran discriminación en el entorno profesional. “Me encuentran joven e incompetente, simplemente por mi apariencia”, lamenta. Estos prejuicios hicieron su viaje mucho más difícil, ya que la creencia de que un camionero debe tener “una estatura alta y un gran bigote” todavía está arraigada en muchas mentes.
Una de las experiencias más brutales de Achraf se remonta a un viaje profesional a Senegal. Después de cuatro días de enviar la mercancía y preparar el camión, algunas personas aconsejaron a su jefe que no lo enviara el día de la salida debido a su corta edad y tamaño. Aunque su jefe tenía plena confianza en él, cedió a la presión y nombró a otra persona.
“Ese momento fue muy doloroso, sobre todo después de escucharles decirle a mi jefe: 'Confías en alguien que ni siquiera sabe andar en bicicleta. Si envía su camión con él, puede estar seguro de que nunca volverá a ver su vehículo”.
Ashraf Moukham
Consiguió encontrar un lugar en este difícil sector, sobre todo trabajando con un miembro de su familia. Pero al igual que Sísifo, Achraf debe demostrar su valía en cada misión en la que debe sustituir o acompañar al conductor principal. Afirma ser víctima de intimidación y lamenta verse devaluado por el entorno de su empleador, cuando se gana la confianza de éste.
Aprovecha los desafíos para construirte a largo plazo
Para superar estas dificultades, Achraf despliega sus esfuerzos trabajando duro y desarrollando sus habilidades, incluso intentando realizar cursos de formación en el extranjero, como en Turquía. Su fuerza motriz es demostrar que la nueva generación es capaz de triunfar en este campo, a pesar de la reticencia de los mayores a dar la oportunidad a los más jóvenes. Además, Achraf está trabajando para fortalecer sus habilidades lingüísticas. Ya sabe francés, inglés y un poco de español.
Contra todo pronóstico, Achraf persigue su sueño de hacerse un hueco en el sector del transporte, por el que empezó a interesarse cuando tenía siete años, trabajando junto a su tío en sus viajes a bordo de su gran camión. Buenos recuerdos que alimentaron su ambición. También recuerda ciertas anécdotas divertidas, como la ocurrida durante un viaje a Nuakchot. “Un gendarme me detuvo y luego me dijo: 'Pensé que el camión iba solo. ¡No te vi conduciendo!'”.
De cara al futuro, Achraf nos cuenta que su mayor sueño es crear su empresa de transporte internacional en su país. Mientras tanto, sigue buscando enriquecer su experiencia, con el apoyo de sus padres.