Cohesión histórica y voluntad común entre el trono y el pueblo para alcanzar la independencia y la libertad
Hoy, el pueblo marroquí celebra el aniversario del Rey y de la Revolución Popular de diversas formas que reflejan la conexión de las generaciones actuales con esta memoria eterna, durante las cuales se organizan actividades oficiales, como discursos reales que enfatizan la importancia de una fuerte cohesión entre los El trono y el pueblo marroquí frente al colonialismo francés, encarnan los más altos significados de sacrificio y patriotismo, y resaltan una etapa brillante en la historia de Marruecos, las generaciones marroquíes recuerdan los detalles de una larga lucha por la libertad y la independencia. Se fortalece el espíritu de solidaridad y unidad nacional. También se realizan festivales y seminarios culturales que resaltan la historia de la resistencia y la gloriosa lucha nacional.
Este día tiene un lugar especial en el corazón de los marroquíes, ya que no es sólo un recordatorio de un pasado glorioso y una exhumación de una memoria eterna, sino que también es una ocasión para afirmar los valores que fundaron el Marruecos moderno, que se construye sobre la unidad, la solidaridad y la lealtad a la patria y al rey. En este día, los marroquíes también recuerdan a todos aquellos que sacrificaron sus vidas por la libertad y renuevan su compromiso de preservar los logros de la nación y promover el proceso de desarrollo.
El mensaje sostenible de la revolución del rey y el pueblo
La revolución del rey y del pueblo encarna una lección de patriotismo, y una expresión de la voluntad de un pueblo que no acepta la humillación ni la rendición, a través de una epopeya histórica que lleva en su interior un mensaje para todas las generaciones, que la unidad y cohesión nacional entre el líder y el pueblo son la garantía básica para lograr la victoria en todas las batallas y desafíos nacionales y regionales en todos los ámbitos y campos y en todos los niveles.
En este contexto, el espíritu del Rey y de la revolución popular sigue inspirando a las generaciones más jóvenes a contribuir a la construcción del Marruecos del futuro, un Marruecos de unidad, democracia y desarrollo. La celebración de este aniversario sigue siendo una confirmación de que el pueblo marroquí, bajo el liderazgo de su Rey, es capaz de afrontar los desafíos y superar las dificultades, tal como lo hizo en aquellos difíciles años del colonialismo.
Los antecedentes históricos de la revolución del rey y el pueblo.
La revolución del rey y del pueblo estalló el 20 de agosto de 1953, cuando las autoridades francesas exiliaron al sultán Muhammad bin Youssef a Córcega y luego a Madagascar, después de que este último se negara a ceder a sus ambiciones encaminadas a perpetuar el colonialismo y controlar los asuntos de Marruecos. Esta decisión surgió como un intento del colonialismo, que utilizó a los bajás y líderes liderados por Al-Galawi para imponer un sistema de tutela en Marruecos nombrando a Muhammad bin Arafa como alternativa al sultán Muhammad bin Yusuf, lo que encendió la mecha de la resistencia en los corazones. del pueblo marroquí.
En ese momento decisivo estalló la ira del pueblo marroquí, sediento de libertad, que consideraba el exilio del rey una traición a todos los valores nacionales y un intento de humillar a la nación. Estallaron manifestaciones populares en todo Marruecos, y el país. El país fue testigo de una ola de protestas y actos de feroz resistencia que tenían como objetivo restaurar al rey legítimo en su trono y poner fin al colonialismo francés.
Los acontecimientos de la revolución y su desarrollo.
La revolución del rey y del pueblo no fueron sólo protestas populares, sino que se convirtieron en un movimiento de resistencia organizado liderado por las vibrantes fuerzas nacionales lideradas por sus élites, encabezadas por el Partido Istiqlal y el Ejército de Liberación repartidas en varias operaciones de resistencia marroquí. Las regiones y ciudades importantes como Casablanca, Fez y Marrakech fueron importantes centros de lucha. En el campo y en el sur, las células de resistencia estaban activas, atacando con fuerza los intereses coloniales y causándoles grandes pérdidas.
La resistencia armada estuvo acompañada de un amplio apoyo popular, ya que campesinos, artesanos, estudiantes y trabajadores participaron en esta revolución, tomando la lucha para restaurar al Sultán Muhammad bin Yusuf de su exilio y su regreso a su trono como un símbolo de restauración de la soberanía nacional. La revolución formó un escenario nacional heroico en el que se encarnaron todos los significados de unidad y sacrificio. Todos los periódicos del mundo hablaron de ella e informaron sobre sus detalles precisos. Su lanzamiento marcó el comienzo del fin de la era de la explotación, del colonialismo extranjero. y el avance de la independencia, la liberación y la aspiración de un Marruecos moderno.
El regreso triunfal del rey Mohammed V
Ante estas crecientes presiones provocadas por la revolución del rey y el pueblo, y ante la magnitud de las pérdidas sufridas por el colonialismo, Francia se vio obligada a negociar con el sultán legítimo en el exilio y los líderes nacionales, y el 16 de noviembre de 1955 El rey Mohammed V regresó a su patria, donde recibió una bienvenida histórica por parte del pueblo marroquí, que vio su regreso como una victoria del orgullo nacional y un anuncio del próximo fin de la era del colonialismo.
De hecho, sólo pasaron unos meses hasta que se declaró la independencia oficial de Marruecos el 2 de marzo de 1956. Así, el pueblo marroquí pasó la página del colonialismo que le había carcomido los huesos durante casi medio siglo y comenzó una nueva fase de construcción. el estado independiente.