Ciencia electrónica – agencias
Casi 500 inmigrantes cruzaron ayer sábado el Canal de la Mancha, una cifra récord que agrava la crisis migratoria que enfrenta Gran Bretaña. Según cifras publicadas el domingo por el Ministerio del Interior británico, 492 inmigrantes pudieron cruzar el canal en nueve embarcaciones en un día, aprovechando el clima estival para realizar este peligroso viaje.
Estas cifras se enmarcan en una ola continua de cruces ilegales durante la semana pasada, ya que el Ministerio registró la llegada de 107 inmigrantes el miércoles y 105 el lunes. El domingo 11 de agosto se produjo el mayor número de cruces, con 703 inmigrantes. También fue el día en el que murieron dos inmigrantes, elevando a nueve el número de muertos en el intento de cruzar en un mes.
La lucha contra la inmigración ilegal es uno de los principales retos a los que se enfrenta el Gobierno británico liderado por el Partido Laborista, que llegó al poder tras las elecciones generales del pasado julio. El nuevo gobierno, encabezado por el primer ministro Keir Starmer, se ha comprometido a intensificar los esfuerzos para combatir las redes de tráfico de migrantes. Estos esfuerzos incluyen la creación de un nuevo Comando de Seguridad Fronteriza, al que se le otorgan amplios poderes bajo la ley antiterrorista para realizar registros e investigaciones financieras, y para emitir órdenes de registro e incautación dirigidas a delitos de inmigración organizados.
En una medida notable, Starmer anunció inmediatamente después de asumir el cargo el abandono de un controvertido plan para deportar inmigrantes a Ruanda, que figuraba entre las políticas lanzadas anteriormente por los conservadores pero que no se implementaron. En cambio, Starmer expresó su deseo de acelerar la tramitación de las solicitudes de asilo, en un intento de hacer frente al creciente número de inmigrantes.
Estos acontecimientos se producen en un momento en que el Reino Unido es testigo de crecientes tensiones sociales en torno a la cuestión de la inmigración. La semana pasada estallaron disturbios antiinmigración en varias ciudades británicas, impulsados por grupos de extrema derecha que difundieron discursos de odio en las plataformas de redes sociales.
Según una encuesta de opinión realizada por el Instituto Ipsos y publicada el viernes, la inmigración encabeza la lista de cuestiones más importantes para los británicos. Más de un tercio de los ciudadanos (34 por ciento) citó la inmigración como el problema más urgente, por delante de la atención médica (30 por ciento), la economía (29 por ciento), la delincuencia (25 por ciento) y la inflación (20 por ciento).
Gran Bretaña enfrenta desafíos cada vez mayores en la gestión de los flujos migratorios, y parece que el tema seguirá ocupando el primer plano de la agenda política y social del país durante el próximo período.