Una empleada del British Council en Marruecos fue “acosada sexualmente” y “acechada” por su jefe, según una sentencia dictada por un tribunal laboral británico. Retransmitida recientemente por los medios de comunicación del Reino Unido, la sentencia reveló que el alto funcionario estaba “protegido” por la organización, que achacaba estos actos a la víctima.
En aquel momento, Tony Reilly era director del British Council en Marruecos. El tribunal concluyó sobre el carácter “obsesivo” del acoso que sufrió el denunciante (KJ). Además, el tribunal confirma que la empleada fue “bombardeada con regalos, mensajes de declaración de amor”, incluso que la demandada “se coló en su domicilio para dejarle flores frente a la puerta de su casa”.
En un momento, el entonces director le envió a KJ una foto de sí mismo “medio desnudo”, además de haber sido “visto caminando frente a la casa [de la victime] en Marruecos”, según The Standard.
Los hechos se remontan a 2020, cuando Reilly y KJ, entonces responsables del grupo de centros educativos del Magreb, permanecieron en Marruecos debido a la importancia de sus funciones durante el confinamiento por la Covid-19.
Fue entonces cuando Reilly comenzó a enviar mensajes a su colega por WhatsApp fuera del horario laboral. Inicialmente, KJ percibió esta comunicación como “la de un amigo que busca a otro durante una situación crítica”.
Sin embargo, según los informes, el comportamiento de Reilly cambió después de la muerte del padre de KJ en abril de 2020, quien la ayudó a viajar al Reino Unido cuando su abuelo enfermó gravemente. A su regreso a Marruecos, tras el funeral del fallecido, KJ empezó a recibir mensajes ambiguos del director.
Una “banalización del comportamiento de acoso”
Según The Standard, el informe de KJ sobre el comportamiento obsesivo de Reilly fue seguido por una denuncia disciplinaria interna. El procedimiento concluyó que el director era “responsable de dos casos de contacto físico no deseado”. Estos actos constituyen situaciones de acoso y acecho, dictaminó el tribunal.
Este último estimó que las autoridades habrían atribuido el comportamiento de Reilly al denunciante. «Priorizaron su bienestar sobre el de la víctima y trataron de romantizar sus mensajes, presentándolos como los de un pretendiente despreciado que intenta entender por qué las cosas podrían haber salido mal», dice el informe.
KJ acabó dejando su trabajo debido al estrés en un contexto de ataques sistemáticos por parte de su jefe. Pronto debería recibir una indemnización, tras ganar su caso por despido improcedente, acoso y discriminación.
El tribunal del este de Londres, presidido por el juez Stephen Shore, consideró que el British Council, que representa al Reino Unido en el extranjero y recibe subvenciones del gobierno, «no había protegido a la víctima» e incluso había «causado daño al retrasar la tramitación de las denuncias». recibido y favoreciendo los intereses del Sr. Reilly”.
Además, el tribunal laboral criticó el resultado del proceso disciplinario interno, calificándolo de «injusto» y de un intento de «trivializar el comportamiento de acoso del Sr. Reilly». Por su parte, el abogado de KJ, Joe Nicholls, acogió con satisfacción el veredicto. Según él, la investigación del British Council adolecía de “graves errores”.
“Esta decisión debería enviar un mensaje claro: las acusaciones de acoso sexual deben tomarse en serio e investigarse de manera exhaustiva, objetiva e independiente, garantizando que el denunciante reciba el apoyo adecuado”, insistió el abogado.
Por otro lado, un portavoz del British Council dijo a The Standard que como empleador, el objetivo es “crear un ambiente de trabajo seguro, saludable y justo para todos los colegas”. «Seguimos comprometidos a investigar a fondo cualquier denuncia de discriminación o acoso», dijo.
Tony Reilly dejó el British Council de Marruecos en agosto de 2022. Actualmente trabaja como consultor de liderazgo.