Desde el reconocimiento por parte de Francia de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara, las relaciones diplomáticas entre Argel y París se han deteriorado. Tras la retirada de su embajador en París y la movilización del Parlamento y de los partidos políticos contra Francia, Argel utiliza el arma migratoria. Rechaza sistemáticamente el desembarco en sus aeropuertos de sus nacionales expulsados por Francia. Estos argelinos, sujetos a la obligación de abandonar el territorio francés (OQTF), son por lo tanto devueltos a Francia, a la espera de que su país acepte acogerlos de regreso. Argelia no perdona a su vecino occidental. En una declaración a la prensa, el ministro argelino de Asuntos Exteriores calificó a Marruecos de país “colonizador”.
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Estas acciones de Argelia apenas conmueven a Francia y Marruecos. Los dos aliados responden a Argel con el silencio. ¿Por qué esta postura? Marruecos y Francia «parecen haber elegido el lado diplomático para expresar su posición sobre la cuestión del Sáhara, prefiriendo no seguir a Argelia en sus ataques mediáticos», comenta el experto político Mohamed Chekir. Según él, el silencio de Rabat y París “resiste en el hecho de que el reconocimiento por parte de Francia del carácter marroquí del Sahara se hizo al más alto nivel político y diplomático, a través de la carta que el presidente francés dirigió al rey de Marruecos el con motivo del vigésimo quinto aniversario de su ascenso al trono, a lo que el rey de Marruecos respondió con un comunicado de prensa desde el palacio real saludando esta nueva posición política y diplomática, al tiempo que invitó a Macron a visitar Marruecos en el momento que considere oportuno. .
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Por tanto, no hay motivo para que Francia o Marruecos entablen «ningún debate mediático o político posteriormente», deduce el experto entrevistado por Asahifaseñalando que la posición sobre la cuestión del Sáhara marroquí ha sido «definitivamente decidida al más alto nivel».