En la exposición de motivos, los impulsores de este proyecto de ley indican que las familias marroquíes tiraron más de 4,2 millones de toneladas de alimentos en 2022, frente a 3,3 millones de toneladas en 2021, lo que representa un aumento de aproximadamente un millón de toneladas.
Este dato procede del informe de 2024 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente sobre el índice de desperdicio de alimentos, que revela que un marroquí desperdició 113 kilogramos de alimentos en 2022, superando con creces los 91 kilogramos de 2021. Este desperdicio afecta a la economía del reino en una difícil situación mundial. contexto en el que la mayoría de los países están experimentando dificultades para garantizar la seguridad alimentaria y lograr la autosuficiencia.
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Por tanto, el proyecto de ley RNI tiene como objetivo luchar contra el desperdicio de alimentos que aún son consumibles, con la participación de todas las partes interesadas, es decir, productores, fabricantes o transformadores, distribuidores de comidas, restaurantes, hoteles, empresas de catering y comerciantes de alimentos.
También prevé una serie de medidas para poner fin a esta práctica, entre ellas la donación de alimentos no vendidos que aún puedan consumirse a personas vulnerables (estudiantes, personas sin hogar, personas mayores, etc.) o su transformación en piensos o fertilizantes. El texto también propone la imposición de una multa económica a las personas que desperdicien alimentos.