La escasez de agua se hace sentir cada vez más en Casablanca. La presidenta de la comuna urbana, Nabila Rmili, dio la voz de alarma durante una reciente sesión extraordinaria del consejo de la prefectura. La presa de Al Massira, que abastece de agua a los distritos del sur de la ciudad, se encuentra en una situación crítica debido al déficit hídrico.
Por lo tanto, municipios como Ouled Azzouz y Dar Bouazza podrían sufrir escasez de agua potable en los próximos días. «La situación no es muy buena», afirmó Nabila Rmili, pidiendo a los distintos interesados que intensifiquen sus esfuerzos para completar las obras del oleoducto entre el norte y el sur de la metrópoli.
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Para hacer frente a esta crisis, la ciudad depende del trasvase de agua desde el depósito de Bouregreg a la zona sur, a la espera de la puesta en funcionamiento de la estación desaladora del grupo OCP. Sin embargo, el presidente del municipio recordó que el consumo de agua había aumentado considerablemente en los últimos meses, particularmente en julio, agosto y septiembre.
Ante esta preocupante situación, Nabila Rmili instó a los cargos electos y a las ONG a concienciar a la población sobre la necesidad de reducir su consumo de agua. Ya se ha implementado una reducción del flujo del 10%. El presidente no descartó la posibilidad de cortes de agua si la situación no mejora.