La tasa de crecimiento del crédito bancario al sector no financiero (SNF) registró una clara desaceleración hasta el 2,7% en 2023, indica el último informe anual del Bank Al-Maghrib (BAM) sobre la situación económica, monetaria y financiera.
Esta desaceleración se produce después de un salto del 7,9% en 2022, en gran medida vinculado a la ampliación de las líneas de liquidez destinadas a financiar las importaciones de productos energéticos y alimentarios en un contexto de aumento significativo de sus precios internacionales, indica BAM en este informe.
Por otro lado, el crecimiento de los préstamos a empresas financieras se aceleró del 5,6% al 20,5%. En total, el crecimiento del crédito bancario cayó del 7,5% al 5,3%, precisa la misma fuente. Así, el crédito bancario pendiente alcanzó los 1.114,9 mil millones de dirhams (millones de dirhams), es decir, el 76,2% del PIB, en lugar del 79,6% del año anterior.
El citado informe también indica que el análisis de los datos por sector institucional muestra un crecimiento del crédito al SNF, impulsado principalmente por los préstamos asignados a empresas públicas que aumentaron un 26,6%. Para las empresas privadas, la normalización de los precios de las importaciones y la amortización de los préstamos concedidos en el marco de las líneas de garantía establecidas durante la crisis pandémica dieron lugar a una disminución del 8,4% de las líneas de liquidez.
Teniendo en cuenta un aumento del 5,5% en los préstamos para equipos, los préstamos a estas empresas privadas permanecieron prácticamente estancados después de un aumento del 10,4% un año antes. En cuanto a los préstamos destinados a personas físicas, registraron una nueva desaceleración con un limitado aumento del 2,1%.
Afectados por el enfoque de esperar y ver qué pasa con la puesta en marcha de la ayuda directa a la vivienda anunciada en la ley de finanzas de 2023, los préstamos para vivienda experimentaron un débil aumento del 1,9%, señala BAM.
Al mismo tiempo, después de dos años de moderada recuperación pospandemia, los préstamos al consumo aumentaron sólo un 0,6%, en un contexto de inflación y tipos de interés persistentemente elevados.