Tras examinar las repetidas quejas de los pasajeros sobre la negativa de algunos conductores a transportarlos a destinos de corta distancia, las autoridades marroquíes han tomado algunas medidas. Estos conductores deberán pagar multas de varios cientos de dirhams. Otra sanción: confiscación de sus vehículos durante al menos 15 días. Esta decisión, que entrará en vigor el 20 de agosto, forma parte de los esfuerzos por mejorar los servicios en el sector del transporte público y reducir los abusos que afectan negativamente la calidad del servicio ofrecido a los ciudadanos. Existen mecanismos para monitorear y rastrear el compromiso de los conductores con estas medidas, incluida la recepción y el manejo oportuno y efectivo de las quejas.
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Al tomar estas medidas, las autoridades están trabajando para fortalecer la disciplina y el cumplimiento de las leyes y regulaciones que rigen el sector del taxi, con el fin de garantizar la prestación de servicios de transporte público que satisfagan de manera efectiva y segura las necesidades de los ciudadanos. Estas medidas no sólo deberían contribuir a reducir las prácticas negativas de determinados conductores y mejorar la relación entre taxistas y clientes, sino que también pretenden encontrar un equilibrio entre los derechos de los conductores y los de los pasajeros, haciendo hincapié en la mejora de la calidad de servicio ofrecido y satisfacción del cliente.