Cortinas viejas, mantas usadas, paños de cocina, telas viejas… Tantas piezas corrientes en su mayor parte, pero únicas a los ojos de Mohamed Bourezza. Para él, cada uno de estos tejidos tiene la posibilidad de tener una nueva vida convirtiéndose en una prenda valiosa. Soltero en 2016, el apodado Mimo por sus amigos decidió dejar de estudiar para seguir su pasión. Además, se lanzó a la actividad económica un año antes, empezando por la reventa de gandouras compradas al por mayor.
Con el tiempo, el originario de Marrakech empezó a desarrollar su propio proyecto. Empezó comprando telas para ofrecérselas a los sastres y confeccionar con ellas capuchas. A pesar del impacto inicialmente limitado, la demanda fue aumentando gradualmente, lo que empujó al joven entusiasta a ampliar su actividad y distribuir sus productos en los mercados de la ciudad ocre.
Aprende poniéndote a prueba
El año 2020 habrá marcado un punto de inflexión. Mohamed, de 26 años, recupera el capital de su negocio para invertirlo en una colección de tejidos. Le pide a uno de los sastres que haga 3.000 capuchas y las distribuya durante un período de tiempo determinado. Sorprendido por los retrasos en completar su pedido, decide comprar una máquina de coser, que aprende a dominar con la ayuda del profesional. A pesar de varios fallos en varias piezas, acabó obteniendo la cantidad de piezas previstas.
“Esta situación me enojó, hasta el punto que mi cara se tensó. Pero sin esa experiencia no habría aprendido a coser y no estaría donde estoy ahora”.
Mohammed Bourezza
El joven diseñador aprendió muy rápido, lo que le permitió dominar otros conceptos básicos como el dibujo, para poder diseñar modelos, además del montaje y la fotografía. Este desarrollo fue posible con la ayuda de su amigo Soufiane, quien le proporcionó herramientas sencillas como la “cuenca”.
Con su creciente fama, Mohamed decide invertir en las redes sociales. El pasado Ramadán compartió sus creaciones en Instagram. El primer vídeo que publicó muestra un disfraz elaborado con la manta de tigre, conocida en los hogares marroquíes y que encarna recuerdos de la infancia durante generaciones. “Todos hemos desarrollado recuerdos con este objeto, normalmente asociados a incidentes nocturnos. Al verlo, ¡algunos de nosotros recordamos esos días en los que nos despertábamos con las sábanas mojadas!
“Ya no tenemos esta manta en casa, pero decidí conseguirla. Publiqué un anuncio en mis redes sociales, por si alguno de mis seguidores lo tenía, y luego alguien se comunicó conmigo para darme uno”.
Mohammed Bourezza
Después de un primer vídeo, que tardó un mes en filmarse, el creador no imaginaba obtener muchas visitas. Para su gran sorpresa, este contenido fue ampliamente visto, más de dos millones de visualizaciones en tan solo cuatro días. Entonces se da cuenta de que su fama puede crecer gracias a las redes sociales.
Revivir recuerdos de la infancia para llegar a los internautas
Mohamed siguió utilizando elementos de casa, como cortinas y sábanas bordadas Fassie. Además, guarda anécdotas sobre cómo premia a su madre cambiando cada objeto que saca de la casa por uno nuevo. “Estos son los términos de mi acuerdo con ella”, nos dijo en tono de broma. Para tomar sus medidas, también utiliza utensilios conocidos por todas las familias marroquíes, como el famoso plato 'Taous'.
También guarda sus recuerdos de este plato, a menudo marcado con esmalte de uñas, para que cada madre pueda distinguir el suyo del de su vecina. “Cuando éramos niños, nuestras madres nos amenazaban si rompíamos el plato. Me encantaba recordar estos recuerdos a mis seguidores, que reproducían en los comentarios las palabras de advertencia de sus madres (ay de vosotros si lo rompís)”, nos vuelve a contar.
Mohamed trabajó recientemente con las cortinas de la casa, o incluso con las sábanas con bordados fassie, pieza central de los complementos en las bodas de antaño. Sus suscriptores están conquistados.
Con sólo unos pocos vídeos en Instagram, logró atraer a casi 200.000 seguidores. También empezó a recibir pedidos de usuarios comunes de Internet e incluso de celebridades. Sin embargo, quiere centrarse en desarrollar su contenido en las redes sociales. Además, tiene previsto abrir su propio taller para dedicar más tiempo a las peticiones de sus clientes.
Así avanza poco a poco Mohamed, convencido de la importancia de la fama local antes de impulsarse internacionalmente. Autodidacta, no se plantea formarse en su campo, sino que prefiere aprender por su cuenta, viendo vídeos online.