Casablanca es rica en prehistoria, a pesar de las apariencias. Cuatro yacimientos arqueológicos dan testimonio de estos tiempos antiguos en el corazón de la capital económica del reino. Después de Sidi Abderrahmane, Ahl Loughlam y la cantera Thomas 1, la cueva del Rinoceronte nos revela sus secretos.
Situada cerca de la cantera Thomas 1, en el suroeste de Casablanca, a lo largo de la carretera Azemmour, la cueva del Rinoceronte se encuentra en la cantera Oulad Hamida 1, antiguamente llamada cantera Thomas 3 A primera vista no se puede dudar del tesoro arqueológico.
La Cueva del Rinoceronte “representa el segundo achelense marroquí (una cultura prehistórica, nota del editor) y tiene entre 500.000 y 700.000 años, pero le damos una media de 600.000 años”, explica a Yabiladi Abderrahim Mohib, arqueólogo e investigador de prehistoria. curador principal de monumentos y sitios.
Anualmente se realizan operaciones de limpieza para preservar las instalaciones. / Doctorado DR
Un prado abierto
Tras un descubrimiento casual en 1991, se inició una excavación de rescate que duró tres meses. “Nos dimos cuenta de que es un sitio muy rico, así que luchamos para salvarlo”, confiesa el científico. Se han encontrado muchos restos de rinocerontes, de ahí la elección del nombre de la cueva.
“Imagínense que en la antigua Casablanca estaban todos los animales que actualmente viven más al sur de África, era una especie de sabana, una pradera abierta. Rinocerontes, elefantes, gacelas, etc. Necesita mucha vegetación para poder pastar. Así era Casablanca”.
Sobre los dos niveles arqueológicos detectados en la cueva, datados de hace 600.000 años, se realizaron diferentes hallazgos durante las excavaciones. “Encontramos herramientas talladas en piedra, que representan esta cultura prehistórica, miles de piezas (bifaces, triedros, núcleos, etc.). Es uno de los sitios donde la riqueza de la fauna es importante desde el punto de vista paleontológico. En este lugar se han identificado unas cincuenta especies, la más presente en cantidad: el rinoceronte”, afirma Abderrahim Mohib.
La Cueva del Rinoceronte está situada en el hueco de un acantilado y rodeada de barrios marginales, por lo que a veces se acumulan residuos. Sin embargo, el investigador de la prehistoria asegura que cada año se realiza una operación de limpieza. Las excavaciones han sido detenidas, a partir de ahora el equipo de investigadores encargado del lugar se encuentra estudiando el material arqueológico que han desenterrado.
La Cueva del Rinoceronte está situada en el hueco de un acantilado y rodeada de barrios marginales. / Doctorado DR
En cambio, la cantera Oulad Hamida 1 es propiedad privada y no tiene protección. “A la espera de una medida de emergencia, el lugar necesita un guardia y una valla en lo alto del acantilado para evitar que caiga basura. También necesitamos una protección jurídica definitiva (clasificación, nota del editor)”, añade nuestro interlocutor. Además de los restos de animales que se encontraron dentro de la cueva, en 2011 también se desenterró un incisivo humano.
«Tal vez sean los antepasados de Jbel Irhoud los que tenemos en la cueva del Rinoceronte y en la cantera de Thomas».