Esta realidad es delicada y sensible, de hecho, la encuentro muy peligrosa y no creo que una advertencia moral sea suficiente para disuadir a quienes aman la frivolidad y el caos. En mi opinión, lo que hace falta es modernizar el marco jurídico marroquí para el mundo virtual y la comunicación en línea, y dotar al Ministerio Público y a las instituciones con competencias en materia de seguridad de todos los medios y capacidades legales y materiales para rastrear lo que se publica, y garantizar ciberseguridad en su sentido integral, a través de leyes que controlan el proceso de publicación en sitios de redes sociales, ya sea relacionado con la publicación de fotografías, blogs o materiales que mezclan audio y video (video).
En este contexto, no es razonable que tengamos, en la realidad y lejos del mundo prestado, leyes que tipifican algunos actos como “difamación o calumnia”, “acto contra la moral pública”, “insultos e injurias”, etc., y los consideramos violatorios de la ley cuando tienen lugar en la vía pública, y al mismo tiempo nos vemos incapaces de afrontar estrictamente los mismos actos que tienen el mismo carácter vergonzoso o infractor (fotos/fotografías obscenas/rutina diaria/ videos seductores que entran dentro del alcance de la trata de personas/blogs/difamación y calumnia…etc), solo porque se publican en sitios de redes sociales u otros sitios web.
Por lo tanto, tenemos una gran necesidad de un sistema que ayude a rastrear las infracciones en el mundo virtual/Internet. Nuestra responsabilidad es acelerar el desarrollo de jurisprudencia jurídica que permita controlar los asuntos y reprender a los infractores, preservando al mismo tiempo la libertad de expresión que no exceda los límites del respeto debido a la sociedad, las instituciones, los individuos y los valores sociales. Nadie debería considerar esto como un cierre o una restricción de las libertades, sino más bien como una inmunización natural de nuestra sociedad contra el absurdo comunicativo en el que nos han sumergido algunos que no pueden vivir más que difundiendo escándalos, practicando la difamación y la malicia. uso de imágenes y videos de manera inapropiada y en diversos contextos, sin vergüenza o consideración por la moral o por temor a reprimendas y castigos.
Por lo tanto, hago un llamado al gobierno y a los miembros de ambas cámaras del Parlamento para que establezcan rápidamente leyes que regulen la ética de las publicaciones en línea y establezcan límites y controles que preserven la dignidad de las personas, preserven la santidad de las instituciones y protejan a la sociedad en general.
El caos comunicacional se ha vuelto peligroso y ha comenzado a tocar áreas precisas y sensibles en la conciencia de los individuos y en su representación de los valores de la sociedad y del debido respeto a sus instituciones. Es probable que la cuestión se vuelva más peligrosa de una manera sin precedentes, especialmente después de que la humanidad haya entrado en la etapa de la “inteligencia artificial” que permite distorsiones sin precedentes, que pueden considerarse relevantes para el deber de proteger la soberanía nacional, preservar la estabilidad de la sociedad y garantizar que los derechos, las libertades y la dignidad de las personas no sean tocados por manos maliciosas y las lenguas de personas frívolas que buscan lograr burbujas / «zumbidos» de comunicación y los ingresos de AdSense que generan. Y… #salat_al-hahra