Las autoridades locales «rompieron algunas mesas y sillas, y derribaron refugios de madera y sombrillas de bambú en el valle de Ghighaya», y esto «de repente y sin previo aviso», indica el presidente de una asociación local. Una situación que deplora. Según él, los miembros de su asociación habían solicitado una audiencia para reunirse con las autoridades locales con el fin de encontrar una solución satisfactoria para todos, pero hasta la fecha no han recibido respuesta. Luego enviaron una petición al gobernador de la región de Al Haouz para denunciar la actitud de las autoridades locales. Afirman que no aceptaron las solicitudes de los dueños de las tiendas de que les concedieran un plazo para retirar todos los refugios de madera. Consecuencia: esta serie de demoliciones provocó “daños y pérdidas materiales importantes, así como una crisis psicológica y económica, que se produjo inmediatamente después de la crisis que experimentó la región con la pandemia de Covid-19”.
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En una declaración al sitio. Al3omk, el activista comunitario afirmó que las autoridades locales no les han permitido, desde la destrucción de su propiedad, retomar su actividad. Este suceso tuvo un impacto negativo en la región y sus habitantes, lamenta. Aprovechando el potencial de la región de Moulay Brahim, su asociación pidió al gobernador de la región “que les permita utilizar los alrededores del valle para que los visitantes puedan sentarse y colocar mesas y sillas para recibir a los visitantes durante todo el verano”. Asegura que los responsables de cafeterías y tiendas “respetarán la legalidad”.
