En un nuevo escenario trágico, Argelia sigue acumulando puntos negros en su trato con los inmigrantes irregulares y refugiados procedentes de países que sufren conflictos y crisis económicas. Las autoridades argelinas expulsaron a un grupo de refugiados sirios al árido desierto, lo que provocó la muerte de 12 personas por hambre y sed, incluidos niños.
La Asociación “Socorro” de Búsqueda y Rescate en Tamanghast anunció que los cadáveres de 8 personas de nacionalidad africana fueron encontrados en la zona “Dayat Al-Farisik”, a sólo dos kilómetros y medio de la carretera. Las víctimas, que intentaban llegar a zonas más seguras, fueron encontradas muertas en un lugar llamado “Ba Moussa Oued Lasqam”, y en la lista figuran 7 hombres y una mujer, todos ellos trasladados a la morgue.
En otro incidente, en la zona de Balqabour fueron encontrados los cadáveres de 12 personas de nacionalidad siria que intentaban llegar al norte del país para cruzar hacia Europa. Los cadáveres fueron trasladados a la autoridad mortuoria del hospital Borj Omar Idriss, municipio situado en la provincia de Illizi, en el extremo sureste de Argelia. Los sirios iban acompañados de dos argelinos que también murieron.
En respuesta a las peticiones de las familias de las víctimas sirias, la asociación anunció los nombres y datos de las víctimas, entre ellos un niño nacido en 2014 llamado Munther Muhammed, procedente de la ciudad de Raqqa, junto con su hermano Muwaffaq Muhammed, nacido en 2001. Las víctimas son todos hombres, el mayor de los cuales nació en 1967, y son refugiados de las ciudades de Alepo, Al-Hasakah y Raqqa. Entre ellos se encontraba otro niño llamado Firas Al-Assaf, nacido en 2008, procedente de la ciudad de Alepo.
Las recientes conversaciones de algunas víctimas con sus familiares a través de WhatsApp se difundieron en cuentas sirias. En uno de los mensajes alguien escribió: “Perdónenme familia, llevo 3 días sin comida ni agua”. También se publicaron videos que muestran el momento en que fueron encontrados los cuerpos, lo que intensificó el sentimiento y el enojo por esta catastrófica situación.
Este desastre se produce semanas después de una crisis diplomática entre Argelia y Níger, después de que las autoridades argelinas deportaran a inmigrantes irregulares de Níger a la frontera desértica entre ambos países, en medio de duras condiciones sin proporcionarles alimentos ni agua, y sin entregarlos directamente a las autoridades nigerianas. . Argelia repitió lo mismo con los inmigrantes senegaleses, a pesar de que no existen fronteras comunes entre ambos países.
Argelia enfrenta acusaciones de maltrato a inmigrantes irregulares y refugiados procedentes de zonas de conflicto. En este contexto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Nigeria convocó al embajador de Argelia para protestar por los retornos violentos de migrantes, pidiendo respeto a la dignidad de los migrantes y a las relaciones bilaterales entre los dos países. Después de que se difundieran imágenes de ciudadanos nigerianos expulsados en la frontera, en una difícil situación humanitaria, provocaron una ola de condena y ira internacional.
A la luz de estos trágicos acontecimientos, aumentan los llamamientos internacionales y humanitarios para responsabilizar a las autoridades argelinas por sus prácticas hacia los migrantes y garantizar la protección y la dignidad humana de quienes huyen de los flagelos de la guerra y la pobreza en busca de una vida mejor. .
