Los veraneantes marroquíes, en particular los marroquíes residentes en el extranjero (MRE), luchan por aprovechar este período de vacaciones en las playas. La razón son los precios exorbitantes que cobran los restaurantes, cafeterías y tiendas.
Sardinas asadas a 100 dirhams, un vaso de té a 20 dirhams, alquiler de sombrillas de 100 a 200 dirhams, recarga de teléfono de 10 a 13 dirhams. Muchos visitantes de verano, la mayoría de los cuales son MRE, se quejan de los crecientes precios que cobran los cafés, restaurantes y tiendas en la playa de Arekmane y de la codicia de sus gerentes hacia el lugar. Nadorciudad. Según ellos, este comportamiento empaña la imagen del turismo marroquí y daña la reputación de la región como destino turístico. Piden a las autoridades de Nador que pongan fin a la paralización de los comités de control y los movilicen para salvarlos de la explotación que se está produciendo en Arekmane.
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Cada verano, la playa de Arekmane recibe una gran afluencia de turistas. Decenas de miles de turistas procedentes de diferentes regiones de Marruecos y del extranjero acuden diariamente a esta playa, una de las más importantes de Marruecos en la costa mediterránea, con una extensión de 3 kilómetros de arena dorada. Pero las prácticas de los comerciantes podrían provocar una desaceleración de la actividad turística en Arekmane y otras regiones marroquíes.