El circuncidador fue acusado por un juez de instrucción del tribunal de Pontoise (Val-d'Oise) por haber practicado circuncisiones a dos niños de 6 y 5 años, lo que había provocado complicaciones. “Todo esto comienza en marzo de 2019. Hay padres de un niño de 6 años que están preocupados por las cicatrices de su hijo después de la circuncisión. Acudieron a urgencias del hospital de Rennes, donde los médicos consideraron que el número de puntos era insuficiente. Había tres. Calculan que habrían sido necesarios seis, pero no hay ninguna norma al respecto. Y finalmente dejaron la cicatriz como estaba”, explica Nicolas Oudet, abogado de Hocine.
El personal médico de dicho hospital envió un informe sobre él a la fiscalía y al Colegio de Médicos. Se abrió así una investigación judicial que concluyó con la detención de Hocine el 14 de mayo en su domicilio de Villiers-le-Bel (Val-d'Oise) y su puesta bajo custodia policial durante cuarenta y ocho horas. El joven de 37 años afirma no haber “nunca estado preocupado” ni “recibido llamada o citación en relación a [s]nosotros trabajamos.» El circuncidador está acusado de ejercicio ilegal de la medicina, lesiones involuntarias, trabajo encubierto y blanqueo de dinero (no declaración de sus ingresos y de su actividad). Finalmente, fue puesto bajo supervisión judicial, retransmite El parisino.
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En su sitio web, Hocine se presenta como un “practicante de la circuncisión”. Un título que podría causar confusión entre el público, estima Anne-Marie Trarieux, presidenta de la sección de ética y conducta profesional del Consejo de la orden. “En mi sitio web, realmente jugué la carta de la transparencia y la honestidad. Nunca dije que era médico. Y cuando la gente me llama médico, los corrijo inmediatamente y se lo explico”, explica Hocine, que precisa que en 2017 siguió una formación en circuncisión en Marruecos para obtener un diploma. El joven afirma haber realizado ya “varios miles de circuncisiones en Francia y en el extranjero” y “más de mil intervenciones domiciliarias en Isla de Francia”.
“No existen regulaciones sobre la práctica de la circuncisión ritual. Nadie puede explicarnos por qué esto es ilegal. De lo contrario, tendremos que procesar a todos los mohalim de Francia (nombre dado a los circuncidadores en la religión judía, nota del editor)”, afirma Nicolas Oudet. El Consejo de la Orden de Médicos confirma: “La circuncisión es una práctica aceptada, pero no es objeto de ningún texto”. En definitiva, Hocine “no puede demostrar que tiene el derecho, pero no podemos probar que no tiene el derecho”, afirma su abogado.